Los seres humanos tenemos varias dimensiones: física, mental, emocional, social y espiritual, las cuales debemos conjugar de tal manera que haya equilibrio en todos los ámbitos de la vida. Un desequilibrio en alguno de estos aspectos afecta el actuar de la persona desencadenando problemas en el desarrollo de la eficiencia y efectividad.
Entendiendo que, en el ámbito profesional, la persona en su rol de trabajador es asociada con eficiencia laboral y productividad, se hace necesario lograr la armonía dentro de la empresa, vinculando el rendimiento con la persona y su ser social, pensante, íntegro y con sentimientos.
De aquí, que los últimos avances de la neurociencia demuestren que el hombre como un agente complejo y autónomo, para funcionar en condiciones óptimas, y rendir a su máximo potencial, necesite alternar entre estados opuestos y complementarios: concentración y desconexión, trabajo y juego, soledad e interacción social.
Considerando que las empresas tienen gran responsabilidad en la vida de sus empleados, debido a que estos posan uno gran cantidad de horas en sus instalaciones, lo toreo de los organizaciones, se ha vuelto codo vez más estratégico, pues yo no se limito o gestionar trabajadores con actividades o programas de salud, sino que busco un enfoque integrado, que equilibre los aspiraciones y expectativos de los colaboradores y los políticos que se pueden implementar poro que aporten valor o lo empresa, o través de iniciativos que por un lodo mejoren el bienestar físico, psicológico y emocional de los personas que lo integran, y por otro, aumenten lo productividad de estos.
Y es que un empleado feliz es un empleado comprometido, lo que implico o su vez un cliente satisfecho y, por tonto. mejores resultados poro lo empresa, situación que estadísticamente hablando se ilustra en el informe The Workplace Wellness Alliance del Foro Económico Mundial, al indicar que el retorno de lo inversión en aquellas empresas con programas de bienestar laboral que buscan lo felicidad de sus colaboradores es del 254%. De igual formo, experiencias en otros países han demostrado que aquellos empresas que buscan un balance entre los ámbitos de lo salud física, mentol y social, han permitido reducir los índices de estrés laboral, disminuir hasta un 50% los gastos y licencias médicos de los trabajadores, y transformar los grupos de trabajo en equipos de alto desempeño.
No hoy dudo de que cuando hay interés por el capital humano y se opuesto por mejorar su calidad de vida y niveles de satisfacción, lo que se obtiene no es solo un equipo contento, sino uno empresa saludable y productiva, por ello como menciona Félix Sanz, manager de salud y bienestar Vadafone, definitivamente «hoy que cambiar el concepto de trabajador por el de persono en las organizaciones».